La soupe à l’oignons
Es un plato emblemático de la cocina tradicional francesa. Se inventó durante la Revolución Francesa cuando se disponía únicamente de ingredientes sencillos para cocinar. Se hace con trocitos de pan, caldo de carne y cebolla caramelizada. Y atención: ¡el tiempo de cocción no puede superar a las 2 horas! Uno de los mejores ejemplos de la comida típica de Francia, sin duda.

Ingredientes para Sopa de cebolla. Receta tradicional francesa
- 6 cebollas grandes y dulces
- 30 ml de aceite de oliva extra virgen (2 cucharadas)
- 60 g de mantequilla
- 1 diente de ajo
- 2 litros de caldo de carne
- 12 rebanadas de pan del tipo baguette
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal y pimienta negra recien molida (al gusto)
- 20 ml de brandy o coñac
- 100 g de queso rallado suave (tipo Gruyère)
Cómo preparar sopa de cebolla. Estamos en otoño y el invierno asoma a la vuelta de esquina, el cuerpo nos pide recetas de cuchara: sopas, cremas calientes, purés, cocidos, guisos, estofados y un largo etcétera.
Si buscáis en el blog veréis que recetas de sopas tengo pocas o ninguna. Me he decidido a cambiar ésto comenzando con un clásico: “Sopa de cebolla a la francesa”
Una receta exquisita, tradicional y básica en cualquier cocina que se precie. Un plato delicioso y sencillo que puede ser un primer plato en Navidad o plato único con un gran cuenco de sopa en una cena casera.
Imaginaos, en fusión con el sofá, calentando poco a poco las manos mientras ves tu serie o peli preferida, me dan ganas de tomarme otro cuenco más.
Como casi todas las recetas de sopa, esta tiene una gran historia, según el escritor de “Los tres mosqueteros”,el francés Alexandre Dumas, era “una sopa muy querida de los cazadores, gente de mala vida y venerada por los borrachos”.
Como veis una receta económica del pueblo aunque fue Estanislao Leczinski. Antiguo rey de Polonia y apasionado de la gastronomía, el que descubrió esta sopa tradicional en una fonda francesa.
Tanto le gustó su sabor delicado que no paró hasta hacerse con la receta. Desde ese momento adquirió fama y popularidad en la corte y más tarde se convirtió en el plato obligado con el que terminaban las juergas nocturnas parisinas, de ahí la cita de Dumas.
Os dejo con la versión moderna de esta sopa originaria de Francia, hecha con pan seco, caldo de carne y cebollas caramelizadas.
La “soupe á l’oignon gratinée” o sopa de cebolla gratinada, una variación de la receta de Paul Bocuse en el libro“La cocina del mercado”.
Sencilla, humilde, sabrosa, nutritiva y saludable, espero que os guste tanto como a mí.
Preparación de la sopa de cebolla

- En esta sopa debemos emplear cebollas dulces, las encontraremos en el mercado o cualquier supermercado. Podéis emplear otro tipo de cebolla pero el sabor no será igual de suave y meloso.
- Pelamos y cortamos en juliana (a lo largo y en finísimas rodajas) las cebollas dulces. Reservamos en un cuenco.
- Elegimos una cazuela grande, calentamos el aceite en el fondo de la cazuela. Añadimos la mantequilla, que es la verdadera base de esta sopa francesa.
- Cuando se haya derretido y mezclado con el aceite de oliva introducimos las cebollas y el ajo muy picadito. Añadimos también un poco de sal y pimienta negra. El efecto salado nos ayudará a que las cebollas suden y que se ablanden antes.
- Removemos con una cuchara de madera de manera envolvente hasta que la cebolla quede transparente o translúcida, no debe coger color.
- Este proceso es lento porque queremos tener la cebolla blandita sin que se queme. Con fuego muy suave tardaremos unos 20-25 minutos.
- Podéis tapar o no la cazuela durante la cocción aunque si la tapáis el agua que va soltando el sofrito quedará en la cazuela y evitará que la cebolla tome color tostado.
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